En Harry Potter y el prisionero de Azkaban, se cree que la Casa de los Gritos contiene fantasmas y espíritus malignos, pues el pueblo de Hogsmeade siempre ha escuchado extraños ruidos provenientes del lugar. El sitio está completamente abandonado, y nadie se atreve a entrar. Sin embargo, al final del mismo libro, se conoce la verdad: los ruidos que los del pueblo escuchaban eran producidos por Remus Lupin, un hombre lobo, cuando era estudiante de Hogwarts. Como era hombre lobo, el director del colegio, Albus Dumbledore, plantó un peligroso árbol, el Sauce Boxeador, en la entrada al pasadizo que conecta Hogwarts con la Casa de los Gritos. Este árbol golpea a cualquiera que se le acerque. Sin embargo, contiene un nudo que al apretarlo el árbol se tranquiliza, permitiendo así el ingreso al pasadizo.
Así, Remus Lupin apretaba el nudo y el árbol se tranquilizaba, y podía acceder al túnel que contenía hasta llegar a la Casa de los Gritos. Tenía que hacer esto cada vez que habíaluna llena, ya que se transformaba en hombre lobo. Entonces antes que la luna apareciese, Remus Lupin llegaba por medio del túnel hasta la Casa de los Gritos. En ésta, se transformaba en hombre lobo, solo. Así no ponía en peligro a nadie.
Sus mejores amigos, James Potter, Peter Pettigrew y Sirius Black, notaban que Remus siempre desaparecía cada vez que había luna llena. Cuando se enteraron que era hombre lobo, se hicieron animagos (capaces de transformarse en animales), para acompañarlo en sus aventuras como hombre lobo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario